Porqué debes consumir probióticos contra la depresión y la ansiedad

la depresión y la ansiedad

Mientras que la depresión y la ansiedad fue caracterizada durante mucho tiempo como un desequilibrio químico en el cerebro, los científicos descubrieron desde entonces que era mucho más complicado que eso.

La teoría de los desequilibrios químicos nos ayuda a entender la depresión, pero no explica la causa subyacente. En cambio, los científicos creen que ocurre debido a una serie de factores, incluyendo la inflamación y el estrés crónico.

Además, un estudio reciente opina que la depresión y otros trastornos del estado de ánimo pueden originarse en el intestino.

 

Las bacterias intestinales

 

Mientras escribo este artículo, hay aproximadamente 400 especies de bacterias en tu vientre en este momento, sin mencionar las que viven en tu piel.

Los genes dentro de estas bacterias en realidad superan en un gran número a los de todas las células de tu cuerpo como son los genomas de las bacterias y los virus de el estómago por sí solos se cree que codifican 3,3 millones de genes.

De hecho, tu intestino actúa como una capa protectora para combatir los patógenos dañinos que se han metido en tu tracto digestivo antes de que sean absorbidos por tu torrente sanguíneo.

Las bacterias intestinales son tan importantes que están incluso en la leche materna y los bebés que son alimentados con biberón tienen más probabilidades de padecer alergias y problemas inmunitarios porque se alimentan de estas bacterias esenciales para el cuerpo.

Las bacterias incluso juegan un papel en la mejora del efecto de las enzimas tales como la lactasa, invertasa, maltasa, alfa-glucosidasa y la fosfatasa alcalina, así como la metabolización del colesterol y de los triglicéridos para mantener tu presión arterial saluble.

La medicina moderna ha adoptado trasplantes fecales para revertir el IBS también conocida como la enfermedad inflamatoria intestinal e infecciones crónicas. Los estudios actuales están explorando otras aplicaciones para esta intervención tan eficaz.

No es de extrañar que las bacterias intestinales sirvan como una gran parte de tu sistema inmunológico y controlen el delicado equilibrio entre la enfermedad y tu salud.

Además, las bacterias de tu intestino también afectan tu cerebro.

 

El estado de ánimo

 

Investigadores de la Universidad Griffith en Queensland, Australia, revisarón en los resultados de siete estudios previos sobre más de 300 voluntarios para evaluar los efectos positivos del uso de probióticos en los síntomas de depresión y ansiedad , así como en el estrés.

La evidencia emergente de que el microbiota intestinal puede influir en la función del sistema nervioso central ha llevado a la hipótesis de que la suplementación probiótica puede tener un efecto positivo sobre el estado de ánimo y los síntomas psicológicos como es la depresión y la ansiedad.

Aunque hubo resultados incoherentes en algunos de los estudios, los investigadores concluyeron que el metanálisis mostró que la suplementación con probióticos dio lugar a una mejoría estadísticamente significativa en los síntomas psicológicos en comparación con el uso de placebos.

 

Otros estudios de los probióticos contra la depresión y la ansiedad

 

Esta revisión estaba bien justificada y arrojaba luz sobre los potenciales del tratamiento probiótico, pero dista mucho de la única voz científica a día de hoy.

Las investigaciones publicadas en los procedimientos mostraron que el Lactobacillus rhamnosus, una bacteria encontrada en el yogur, mejoró la ansiedad y la depresión en los estudios con ratónes. Los investigadores creen que esta bacteria actúa en el sistema GABA para mejorar el comportamiento emocional.

Los neurobiólogos encontraron que el efecto antiansiedad prebiótico altera la forma en que la gente procesa la información emocional como la depresión y la ansiedad.

Los prebióticos son fibras dietéticas (cadenas cortas de moléculas de azúcar) que las buenas bacterias descomponen y las utilizan para multiplicarse. Los prebióticos son alimentos para las bacterias beneficiosas que ya están presentes en el intestino.

El tomar prebióticos por lo tanto aumenta el número de todas las especies de bacterias buenas en el intestino, que teóricamente tendrán mayores efectos beneficiosos que introduciendo una sola especie de bacteria.

En un estudio, 45 adultos sanos entre las edades de 18 y 45 tomaron un prebiótico o un placebo diariamente durante 3 semanas. Su estado mental entonces fue evaluado con las pruebas informatizadas que procesaron la información emocional.

El grupo prebiótico fue mucho menos sensible a la información negativa y experimentó menos ansiedad que el grupo placebo. Estos resultados se hicieron eco de los participantes en estudios previos que recibieron antidepresivos o medicamentos ansiolíticos.

Además, los participantes en el grupo prebiótico tenían niveles más bajos de cortisol que es una hormona de estrés ligada a la depresión y la ansiedad, medido a través de una prueba de la saliva.

El estudio marcó un nuevo hito, ya que confirmó los resultados de los estudios de ratones anteriores, pero en humanos.

Los pacientes que nunca se sintieron deprimidos o ansiosos hasta que empezaron a experimentar problemas con sus intestinos. Por lo tanto el estudio muestra que la conexión entre el cerebro y el intestino es como una calle de dos vías y así ha sido confirmado.

Existen tres mecanismos básicos subyacentes a la asombrosa conexión entre estos humildes microorganismos y nuestras personalidad.

Las bacterias que viven en el intestino o viajan a través de ella a bordo de algún yogur son bloques de construcción necesarios en la producción de neuroquímicos en esa zona, como la serotonina y la dopamina.

El impacto en neuroquímicos a su vez tiene un efecto sobre la secreción de hormonas del estrés como el cortisol.

Estas bacterias intestinales también juegan un papel vital en la regulación del sistema inmunológico y en la respuesta inflamatoria ya que la inflamación es ahora ampliamente considerada una causa subyacente de la depresión.

 

Una mente saludable

Una mente saludable

La salud mental es complicada y puede ser influenciada por una serie de factores, incluyendo estrés crónico, una inflamación y otras enfermedades subyacentes.

Dado que la nutrición es la base de tu salud, mejorar tu dieta también puede beneficiarte a todos los factores anteriores que he mencionado.

Para curar tu intestino, elimina de tu dieta los alimentos procesados, el azúcar y el alcohol tanto cuanto sea posible y cerciórate de comer más fibra dietética que provengan de los alimentos frescos, los granos, las nueces y de las legumbres.

Manténte siempre hidratado y consume alimentos anti-inflamatorios y especias y asegúrate de comer tus probióticos.

 

Las grandes fuentes de probióticos y prebióticos son los siguientes

 

  • Yogur.
  • Crema agria.
  • Requesón.
  • Kefir.
  • Kombucha.
  • Sauerkraut.
  • Kimchi.
  • Tempeh.
  • Natto.
  • Miso.
  • Lassi.
  • Pan de masa fermentada.

 

Las bacterias intestinales y el estado de ánimo

 

También es importante bajar los niveles de estrés, dormir lo necesario, hacer ejercicio regularmente y reponer las bacterias intestinales después de tomar antibióticos.

Con un poco de esfuerzo y tal vez un poco de apoyo emocional, la depresión y la ansiedad se puede controlar con éxito sin duda alguna, así que adelante que de todo se sale con ánimo y ganas de vivir hasta de la agorafobia.

Imágenes Créditos: Shutterstock

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