Síntomas y señales antes de tener un cáncer de hígado
Desafortunadamente, la mayoría de las personas con cáncer de hígado no tendrán ningún síntoma durante las primeras etapas de la enfermedad y las personas puede no darse cuenta de que tienen un cáncer de hígado hasta que el tumor se vuelve más grande y difícil de tratar y esto se debe a que muchos de los síntomas del cáncer de hígado son comunes a otras enfermedades.
Los síntomas normalmente incluyen un hinchazón abdominal y dolor, ictericia, fatiga, pérdida inexplicable de peso, náuseas y falta de apetito.
Hinchazón abdominal y dolor
El hígado está en el lado derecho del cuerpo debajo de las costillas. El hinchazón abdominal y el dolor pueden ser causados por el hinchazón del hígado y la acumulación de líquido en la cavidad abdominal.
Normalmente, no es posible sentir su hígado, pero si una persona tiene cáncer de hígado, el hígado puede agrandarse y hincharse. Un médico puede ser capaz de detectar un hígado agrandado tocando el área.
La acumulación de líquido en la cavidad abdominal se produce porque el tumor hace que la presión aumente en los vasos sanguíneos que corren por el hígado. La presión aumentada puede ocasionar fugas de líquido de los vasos sanguineos.
Síntomas relacionados con la bilis
A veces los tumores hepáticos comienzan a crecer en los conductos biliares y bloquean la bilis de ser drenada por el hígado. Puesto que la bilis no puede drenar correctamente, puede causar que la piel de una persona y el blanco de los ojos se pongan de color amarillo, una affección llamada ictericia.
Los conductos biliares obstruidos también pueden causar una orina oscura, porque la bilis debe ser excretada por los riñones y unas heces pálidas porque la bilis no se excreta de la manera usual en las heces.
Otros síntomas debido a cambios hormonales
El cáncer de hígado puede causar cambios en los niveles de los químicos de nuestra sangre y las células en la sangre y dar lugar a estos síntomas que afectan a todo el cuerpo. Muchas veces estos cambios se pueden detectar con un examen de sangre antes de diagnosticar el tumor.
Las personas con cáncer de hígado pueden tener niveles bajos de azúcar en la sangre, niveles altos de calcio en la sangre, colesterol alto y los números de glóbulos rojos muy altos. Estos cambios en la sangre pueden causar estreñimiento, náuseas, fatiga o diarreas severas.
Grupos y síntomas de alto riesgo
Las personas con ciertos problemas hepáticos, como la cirrosis hepática o las infecciones con hepatitis B o C, a menudo tienen muchos de los síntomas de tener un cáncer de hígado.
Estas personas también están en un mayor riesgo de desarrollar un cáncer de hígado, lo que hace que el diagnóstico sea especialmente difícil, ya que no pueden notar ningún nuevo síntoma temprano en la enfermedad.
Si te encuentras en estos grupos de alto riesgo y notas un nuevo dolor, un hígado hinchado, fiebre o pérdida de peso, debes ir inmediatamente ver a tu médico.
La ablación para un cáncer de hígado
Muchos pacientes con cáncer de hígado no pueden tener cirugía porque su cáncer es demasiado avanzado o debido a una enfermedad hepática subyacente tal y como es la cirrosis. En algunos casos, los tumores pueden ser tan pequeños que los tratamientos no quirúrgicos pueden ser igualmente efectivos.
Muchos equipos de radiología intervencionista realizan terapias mínimamente invasivas que utilizan técnicas de imagen como CT, ultrasonido y MRI para los tratamientos directamente al sitio del tumor. Estas terapias pueden ser usadas solas, con otras terapias mínimamente invasivas, antes de la cirugía o en combinación con quimioterapia.
Los pacientes que sufren terapias mínimamente invasivas experimentan una estancia y una recuperación hospitalaria significativamente más corta en comparación con los pacientes con cirugía.
La Ablación térmica como tratamiento para el cáncer de hígado
La ablación térmica implica la destrucción de tumores con calor o frío, administrados a través de una sonda que se inserta directamente en el tumor sin una incisión.
Hay varios tipos de ablaciónes termales, incluyendo la ablación de la radiofrecuencia que utiliza ondas de radio para recalentar el tumor y el crioablación que congela el tumor. Otros tipos de ablación térmica utilizan láseres, microondas y ondas de ultrasonido focalizadas para matar las células tumorales. La selección de calor o frío depende del tamaño, la ubicación y la forma del tumor.
La ablación termal se indica típicamente para los pacientes con hasta tres tumores del hígado.
Los cirujanos y radiólogos intervencionistas son expertos en el uso de la ablación térmica, que utiliza corrientes de calor, frío, u ondas para destruir las células tumorales. Estas técnicas incluyen…
- La crioablación que son unos gases muy fríos que pasan a través de la sonda para congelar el tumor, matando a las células cancerosas.
- La ablación por radiofrecuencia que es una corriente de alta frecuencia que calienta el tumor y destruye las células cancerosas.
- La ablación por microondas que son las microondas transmitidas a través de la sonda que calientan y destruyen el tejido anormal.
- El tratamiento del nano cuchillo que es un instrumento especial que envía una corriente eléctrica a través del tumor, destruyendo las células cancerosas.
Los radiólogos intervencionistas pueden realizar tales ablaciones termales usando agujas sin incisiones, matando cánceres generalmente como tratamiento ambulatorio. Algunos cirujanos pueden utilizar estas técnicas en la sala de operaciones o en combinación con la eliminación de tumores grandes para permitir el tratamiento completo en casos de tumores múltiples.
La ablación química
Otra forma de ablación menos comúnmente utilizada consiste en la inyección de químicos que matan el cáncer, como el alcohol puro y el etanol o ácidos directamente en el tumor.
Al igual que con la ablación térmica, se puede recomendar la ablación química para pacientes con hasta tres tumores hepáticos. La ablación química sólo se selecciona para pacientes que no son candidatos a la ablación térmica contra el cáncer de hígado.
Mis Consejos
El consumo de alcohol está relacionado con varios tipos de cáncer, incluyendo el cáncer de hígado.
El alcohol causa inflamación de tu hígado y el tipo de bebida alcohólica no importa ya que todo el alcohol se percibe como una toxina por el hígado.
Demasiada sal de mesa o sodio en tu dieta puede promover el hinchazón y la acumulación de líquidos. Consulta con tu médico sobre las limitaciones de sodio en tu alimentación como parte de tu dieta contra un cáncer de hígado.
Evita el consumo de alimentos almacenados incorrectamente, incluidos los granos y nueces, que pueden contener un hongo venenoso llamado aflatoxina que daña el hígado.
Consume limones para la salud a diario ya que eliminan las toxinas del hígado y del cuerpo y sobre todo dejar de fumar.
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